Para adentrarnos en el tema, creo necesario en principio, conocer a que hace referencia la palabra mediación. Para ello tomaré dos autores que plantean en sus teorías, el significado de este término.
Uno de ellos es Manuel Martín Serrano, quien postula que la mediación se trata de aquello que participa entre el sistema social y la sociedad, en este sentido, la entiende mediante dos tipos fundamentales: por un lado la mediación cognitiva, que tiene que ver con la función que ejercen los medios en seleccionar de los acontecimientos sociales importantes, relevantes y oportunos, aquellos que merecen ser dados a conocer por la sociedad; y por otro la mediación estructural, que encierra las características esenciales de los medios y de lo que se presenta y selecciona.
Jesús Martín Barbero, opina por su parte, que la mediación es el lugar desde donde se otorga el sentido al proceso de comunicación. El mismo privilegia la cultura, justamente, porque es la mediadora de todo proceso de producción comunicativa. De esta manera la comunicación siempre se va a dar dentro de una cultura puesto que está inscripta y mediada por ella. A su vez la cultura es la mayor mediación de todos los procesos sociales de los sujetos sociales y se manifiesta a través de la socialidad (prácticas cotidianas de todos los sujetos sociales para negociar el poder de autoridad), la ritualidad (actividades aisladas, espontáneas, asistemáticas, repetidas y determinadas por la creación de sentido); y la tecnicidad.
Ahora bien, ¿de qué manera influye esto en la educación de los aprendices?; ¿la mediación transmite cultura?; ¿se crea sentido mediante ella? Las respuestas serán diversas y depende de la competencia ideológica de cada sujeto. En lo que respecta a mi opinión la mediación transmite, en cierta parte, cultura y hasta podría decir educación. Y digo en cierta parte porque no todo lo que se ve en televisión, se escucha en radio, se lee en diarios o revistas o se interactúa en internet es puramente educativo y cultural.
Lo importante de esta cuestión es centrarnos en el rol docente y en qué enseñar respecto a las mediaciones. Necesariamente establezco que los alumnos deben aprender a interpretarlas, hasta crear ese sentido del que Jesús Martín Barbero habla, el sentido mismo de la comunicación. ¿De qué manera los aprendices adquirirán este saber? como es lógico, el docente tiene la obligación de transmitir conceptos y en este caso los mismos estarán rodeados por análisis profundos de todo tipo de discurso, llegando de esta manera a una mirada crítica en relación a las mediaciones. Del mismo modo ese análisis está rodeado de otros aspectos que tienen que ver con lo individual, lo múltiple, lo institucional, lo situacional, lo contextual, los escenarios o ámbitos, etcétera, con los cuales el alumno interactúa día a día y lo que le permite producir sentido, desde luego que no todos producirán el mismo sentido porque no en todos, los aspectos son similares y de hecho a medida que van creciendo pueden o no ir modificando los mismos.
A partir de estos lineamientos dejo por sentado que el enseñante guiará el proceso de reflexión en los alumnos, logrando que comprendan qué se formula, cómo se formula y para qué se formulan las mediaciones.
Uno de ellos es Manuel Martín Serrano, quien postula que la mediación se trata de aquello que participa entre el sistema social y la sociedad, en este sentido, la entiende mediante dos tipos fundamentales: por un lado la mediación cognitiva, que tiene que ver con la función que ejercen los medios en seleccionar de los acontecimientos sociales importantes, relevantes y oportunos, aquellos que merecen ser dados a conocer por la sociedad; y por otro la mediación estructural, que encierra las características esenciales de los medios y de lo que se presenta y selecciona.
Jesús Martín Barbero, opina por su parte, que la mediación es el lugar desde donde se otorga el sentido al proceso de comunicación. El mismo privilegia la cultura, justamente, porque es la mediadora de todo proceso de producción comunicativa. De esta manera la comunicación siempre se va a dar dentro de una cultura puesto que está inscripta y mediada por ella. A su vez la cultura es la mayor mediación de todos los procesos sociales de los sujetos sociales y se manifiesta a través de la socialidad (prácticas cotidianas de todos los sujetos sociales para negociar el poder de autoridad), la ritualidad (actividades aisladas, espontáneas, asistemáticas, repetidas y determinadas por la creación de sentido); y la tecnicidad.
Ahora bien, ¿de qué manera influye esto en la educación de los aprendices?; ¿la mediación transmite cultura?; ¿se crea sentido mediante ella? Las respuestas serán diversas y depende de la competencia ideológica de cada sujeto. En lo que respecta a mi opinión la mediación transmite, en cierta parte, cultura y hasta podría decir educación. Y digo en cierta parte porque no todo lo que se ve en televisión, se escucha en radio, se lee en diarios o revistas o se interactúa en internet es puramente educativo y cultural.
Lo importante de esta cuestión es centrarnos en el rol docente y en qué enseñar respecto a las mediaciones. Necesariamente establezco que los alumnos deben aprender a interpretarlas, hasta crear ese sentido del que Jesús Martín Barbero habla, el sentido mismo de la comunicación. ¿De qué manera los aprendices adquirirán este saber? como es lógico, el docente tiene la obligación de transmitir conceptos y en este caso los mismos estarán rodeados por análisis profundos de todo tipo de discurso, llegando de esta manera a una mirada crítica en relación a las mediaciones. Del mismo modo ese análisis está rodeado de otros aspectos que tienen que ver con lo individual, lo múltiple, lo institucional, lo situacional, lo contextual, los escenarios o ámbitos, etcétera, con los cuales el alumno interactúa día a día y lo que le permite producir sentido, desde luego que no todos producirán el mismo sentido porque no en todos, los aspectos son similares y de hecho a medida que van creciendo pueden o no ir modificando los mismos.
A partir de estos lineamientos dejo por sentado que el enseñante guiará el proceso de reflexión en los alumnos, logrando que comprendan qué se formula, cómo se formula y para qué se formulan las mediaciones.
Graciela Araujo.
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